La reciente crisis ha evidenciado la necesidad que tienen los países de identificar capacidades y brechas existentes para asegurar que sus sistemas de salud estén preparados para soportar el estrés causado por una emergencia sanitaria, que pueden ser extensas y de gravedad, y que además amenazan la prestación rutinaria de servicios esenciales de salud. En ese sentido, el fortalecimiento de muchas de las áreas del sistema de salud también contribuye a fortalecer la seguridad sanitaria y viceversa, el fortalecimiento de las capacidades de preparación y respuesta ante emergencias en muchos sentidos fortalece el sistema de salud en general. Existe una superposición entre esfuerzos para fortalecer los sistemas de salud para que sean confiables y sostenibles y fortalecer la seguridad sanitaria. Por ello, es importante identificar y promover aquellas inversiones que fortalecen las capacidades de preparación y respuesta ante emergencias sanitarias y que a su vez contribuyan a fortalecer el desempeño del sistema de salud y lo haga más resiliente.